Síntomas y causas de
los Síntomas
Para confirmar el diagnóstico
de la afección es necesario presentar al menos dos de los cuatro signos o síntomas
primarios de sinusitis crónica y una inflamación nasal confirmada. Estos síntomas son:
Rumorea gruesa e incolora,
o drenaje por la parte posterior de la garganta (drenaje retro nasal) Congestión
u obstrucción nasal que provoca dificultades para respirar por la nariz Dolor,
sensibilidad e hinchazón alrededor de los ojos, mejillas, nariz y frente Reducción de los sentidos del gusto y el tacto en los
adultos, y tos en los niños.
Otros signos y síntomas
son:
·
Dolor
de oídos Dolor en la mandíbula y dientes superiores
·
Tos
que empeora por la noche
·
Dolor
de garganta
·
Mal
aliento (halitosis)
·
Fatiga
o irritabilidad
Nauseas
La sinusitis crónica y la sinusitis aguda tienen signos y síntomas similares, pero la sinusitis aguda es una infección temporal de los senos paranasales que suele asociarse con el resfrió. Los signos y síntomas de la sinusitis crónica son más prolongados y suelen causar más fatiga. La fiebre no es un signo frecuente de la sinusitis crónica, pero si puedes tener fiebre si padeces sinusitis aguda.
¿Cuándo consultar al
médico?
Puedes tener varios episodios de sinusitis aguda, con una duración
menor a cuatro semanas, antes de desarrollar sinusitis crónica. Es posible que te deriven a un alergista u otorrinolaringólogo
para que te evalúen y te brinden un tratamiento. Pide una consulta con el medico si: Tuviste
sinusitis muchas veces y la afección no responde a un tratamiento Tienes síntomas
de sinusitis que duran más de siete días Los síntomas no mejoran luego de
visitar al médico Consulta a un médico de inmediato si tienes algunos de los
siguientes síntomas, que podrían indicar
una infección grave:
Fiebre alta Hinchazon u enrojecimiento alrededor de los ojos
Dolor intenso de cabeza
Confusion Vision dobleu otros cambios en la vista Rigidez en
el cuello
Causas
Estas son algunas de
las causas frecuentes de la sinusitis crónica:
Polipos nasales:
Consisten en el crecimiento de tejido y pueden bloquear las fosas nasales o los senos
paranasales. Tabique nasal desviado. Si
el tabique nasal (la pared entre las fosas nasa- les) esta desviado, puede
restringir o bloquear los senos paranasales.
Otras afecciones. Las complicaciones de fibrosis quística,
reflujo gastroesofágico o VIH y otras enfermedades relacionadas con el sistema
inmunitario pueden bloquear las fosas nasales.
Factores de riesgo
Presentas mayor riesgo de padecer sinusitis crónica o
recurrente si tienes: Una anormalidad en las fosas nasales, como el tabique nasal
desviado o pólipos nasales Asma, que está muy relacionada con la sinusitis crónica
Sensibilidad a las aspirinas que provoca síntomas respiratorios
Un trastorno en el sistema inmunitario, como VIH / SIDA o
fibrosis quística Rinitis alérgica (fiebre del heno) u otra alergia que afecta
los senos paranasales Exposición regular a contaminantes como el humo del
cigarrillo
Prevención
Adopta estas medidas
para reducir el riesgo de contraer sinusitis crónica: Evita las infecciones de
las vías respiratorias superiores. Minimiza el contacto con personas que estén
resfriadas. Lávate frecuentemente las
manos con agua y jabón, en especial antes de las comidas. Controla tus alergias. Con la ayuda de tu médico,
mantén los síntomas bajo control. Evita
el humo de cigarrillo y el aire contaminado. El humo de tabaco y los
contaminantes del aire pueden irritar e inflamar los pulmones y los conductos
nasales. Usa un humidificador. Si en tu
casa el aire es seco, como ocurre si tienes calefacción mediante aire caliente
forzado, humidificar el aire puede ayudar a prevenir la sinusitis. Asegúrate de mantener el humidificador limpio
y sin moho limpiándolo bien y con regularidad.
Remedios caseros para
la Sinusitis
La sinusitis es una patología que se caracteriza por la
inflamación del tejido de los senos para-nasales, un espacio que se llena de
aire en el cráneo. La principal causa de
esta inflamación se debe a la aparición de hongos, virus o bacterias. Los senos para nasales se encuentran detrás de
la frente, las mejillas, los huesos de la nariz y los ojos.
Cuando los senos para-nasales están completamente sanos,
permiten el transito del aire y eliminan la mucosa impidiendo la obstrucción. Sin embargo, cuando los patógenos se alojan
en ellos causan inflamación, dificultando el transito del aire y la eliminación
del moco. Los síntomas de la sinusitis
son dolor en la región del rostro, la cabeza, el cuello, fiebre superior a los
38, mal aliento, excesiva mucosidad, malestar general y tos.
Existen dos tipos de
sinusitis:
La sinusitis aguda que no se extiende por más de tres o
cuatro semanas y la sinusitis crónica,
la cual se caracteriza de la inflamación y la persistencia de la enfermedad por
más de por el agravamiento tres meses.
En el caso crónico,
los médicos pueden recomendar la intervención quirúrgica, lo cual puede ser
peligroso. Sin embargo, se ha comprobado
que la medicina natural es un excelente tratamiento alternativo a la cirugía
que se convierte en un aliado poderoso al tratamiento antibiótico que se receta
antes de decidir operar. A continuación
te mostraremos a los más efectivos remedios caseros para curar la sinusitis y
algunos consejos para beneficiarios al tratamiento.
Eucalipto
El eucalipto es uno de los remedios más efectivos para tratar
la sinusitis, debido a sus propiedades descongestionantes, expectorantes y
anti-inflamatorias. La manera mas comun
para tratar la sinusitis con eucalipto es respirando vapores de eucalipto y
agua hervida. Para ello solo necesitas
varias ramas de eucalipto, colocarlas en una olla con agua y esperar a que
hierva la mezcla. Debes respirar el
vapor de eucalipto cubriendo tu cabeza con un paño, acercando tu rostro a la
olla lo más posible, su olor es mentolado y fuerte, pero despeja casi inmediatamente
las vías respiratorias, pudiendo expulsar el exceso de mucosa con rapidez.
Solución salina casera
Para realizar una solución salina solo necesitas agua y un
poco de sal o bicarbonato. Debes
calentar la mezcla hasta que este tibia y aplicarla en las fosas nasales. Esto ayudara a despejar las vías
respiratorias eliminando todo tipo de impurezas, como la mucosa y con ello te
sera mas sencillo respirar.
Aceites esenciales de
hierbas aromáticas
Los aceites esenciales de hierbas como la lavanda o el limón
son excelentes agentes naturales remediar la congestión nasal. Por ejemplo, la lavanda es un calmante
natural que ayuda a conciliar el descanso y el aceite esencial de limón funge
como eficaz analgésico y antibiótico.
Ajo El ajo es sin lugar
a dudas una bendición de la naturaleza
Esto se debe a una enorme cantidad de propiedades
beneficiosas para la salud. El ajo es un
poderoso antiinflamatorio y antioxidante, que puede ayudar a tratar
enfermedades cardiovasculares. De hecho,
muchos médicos recomiendan el consumo de pastillas de ajo como acompañamiento o
sustituto temporal de los tratamientos de la hipertensión. Sumado a ello, el ajo es un antibiótico
natural eficaz para combatir todo tipo de infecciones víricas, microbianas, fúngicas
y bacterianas. Por eso, es ampliamente
utilizado en compañía de la miel o el limón para tratar toda clase de
enfermedades patógenas.
Pimienta de Cayena
La pimienta es un excelente descongestionante natural, por
ello es excelente para limpiar las impurezas que se alojan en los senos
paranasales con suma rapidez. Puedes
consumirla en infusión, acompañándola con dos cucharadas de miel y zumo de limón. Agregar estos elementos a la infusión le
confiere propiedades antivíricas, antimicrobianas y antibacterianas a la
mezcla. Puedes consumir infusión de
pimienta de cayena siempre que sientas congestión, especialmente en la noche,
cuando suele ser más molesta su presencia en el organismo.
Té Verde
El té verde es conocido en todo el mundo por sus amplias
propiedades curativas, las cuales le hacen efectivo tanto para perder peso,
como para tratar todo tipo de enfermedades;
como la sinusitis. Esto se debe a
su enorme cantidad de antioxidantes, lo cual es beneficioso para la
regeneración de las células, las cuales permiten el correcto funcionamiento del
organismo, lo cual incluye al sistema inmunológico.
La cantidad
recomendada de Té verde es de dos cucharadas por taza. Debes consumirlo de tres a cuatro veces por día
mientras estés tratando la enfermedad.
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